El Palo Santo es mucho más que una madera aromática. Su historia se remonta a las antiguas culturas precolombinas de Sudamérica, donde civilizaciones como los incas lo consideraban un regalo sagrado de la naturaleza. Era utilizado en rituales para limpiar energías negativas, atraer la buena suerte y fortalecer la conexión espiritual con el universo.
Su aroma único, cálido y relajante no solo servía para ceremonias espirituales. También se utilizaba como remedio natural: el humo del palo santo se creía efectivo para aliviar dolores, calmar el estrés y combatir insectos.
¿Sabías que su nombre significa «madera santa«? Esto refleja la profunda reverencia de los pueblos originarios hacia este recurso natural. La tradición indica que solo se recolecta palo santo de árboles caídos de forma natural y que han reposado en el suelo durante varios años, un proceso necesario para que desarrollen su característico aroma y propiedades.
Hoy en día, el palo santo sigue siendo apreciado en todo el mundo. Ya sea en la meditación, la limpieza energética o simplemente para disfrutar de su fragancia, esta madera sagrada continúa conectándonos con la naturaleza y la espiritualidad.