El aceite de ricino es un producto natural con una larga lista de beneficios y múltiples usos. Extraído de las semillas de la planta de ricino, es conocido por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, lo que lo convierte en un aliado para la piel y el cabello.
Uno de sus usos más comunes es como hidratante. Su alto contenido de ácidos grasos lo convierte en un excelente emoliente que ayuda a combatir la sequedad de la piel, dejándola suave y nutrida. También es popular para fortalecer las pestañas y cejas, y mejorar el aspecto del cabello, promoviendo su crecimiento y evitando la caída.
En el mundo del cuidado personal, el aceite de ricino es utilizado como base para productos como jabones y lociones. Además, su efecto laxante lo ha hecho útil en aplicaciones medicinales tradicionales.
Gracias a su versatilidad, el aceite de ricino se ha ganado un lugar destacado tanto en cosmética como en el bienestar, ofreciendo soluciones naturales para el cuidado diario.