¿Sabías que el té de tilo es uno de los secretos mejor guardados de la tradición herbal búlgara? Desde tiempos antiguos, en los pueblos de los Balcanes se ha recolectado la flor de tilo (Tilia tomentosa) en los meses de verano, cuando el árbol florece con un aroma dulce y calmante que inunda los caminos rurales.
En Bulgaria, el té de tilo no es solo una bebida, sino parte de una herencia cultural. Las abuelas búlgaras lo preparaban para aliviar resfríos, calmar los nervios o simplemente compartir un momento cálido en familia. Era costumbre tener flores de tilo secas guardadas en frascos de vidrio o en saquitos de lino, siempre listas para preparar una infusión sanadora.
La flor de tilo era también símbolo de protección y bienestar en el hogar. Incluso hoy, muchos búlgaros siguen confiando en esta planta milenaria como un remedio natural para el cuerpo y el alma.
Este té suave, con notas florales y ligeramente dulces, se ha convertido en un infaltable en la vida cotidiana y en las ferias de productos naturales de Bulgaria. Su popularidad crece en todo el mundo, ¡y no es para menos!
Redescubrir el té de tilo es abrazar una tradición que nos conecta con la naturaleza y con generaciones pasadas.
